martes, 9 de abril de 2013
lunes, 21 de enero de 2013
La orquesta de los animales
Había una vez un burro tan viejo, tan viejo, que ya no podía trabajar,
entonces su amo lo dejó libre y ya no le daba de comer, el pobre burro, comenzó
a cabalgar sin rumbo, sin dirección cuando se internó en el monte en busca de
alimento, se encontró con un gato viejo, apenas como podía caminar.
-Compadre
gato ¿Qué andas haciendo por aquí? -dijo
el burro
-Mi
amo me echó de su casa, porque como ya estoy tan viejo y ya no puedo cazar
ratones, entonces compraron un gato más joven. ¾dijo
el gato.
¾No te
preocupes, dijo el burro, a mi me pasó lo mismo, ya somos dos y juntos nos
ayudaremos para buscar alimento.
-Muy
bien -dijo el gato.
Siguieron caminando hasta que se encontraron a un gallo.
-Compadre
gallo ¿Que andas haciendo por aquí? Dijo el burro.
-El
dueño de la granja, me echó del corral, porque como ya estoy tan viejo, ya no
sirvo para nada, dijo el gallo.
-No te
preocupes -dijo
el burro- a
nosotros también nos pasó lo mismo, lo bueno que ya somos tres y juntos
lucharemos ara conseguir alimento.
Entonces siguieron caminando hasta que s encontraron a un cotorro.
-Compadre
cotorro ¿Qué andas haciendo por aquí? Preguntó el burro.
-¡Ay!
Compadre, cuando yo era joven cantaba bonito y me daban de comer, ahora que ya
estoy viejo ya no me quieren y me echaron de la casa.
-No te
preocupes -dijo
el burro- nosotros vamos a formar un buen equipo y juntos lucharemos para obtener
alimento.
Mientras tanto como ya pronto caí ala noche, el burro dijo a gallo .
-Compadre
gallo sube en este árbol y mira si hay una casa.
-Muy
bien, dijo e gallo. Vio a lo lejos el humo que salía de una casa.
-Ya lo
tengo dijo el gallo y salió en la dirección.
-Entonces
nos dirigiremos por ese rumbo, dijo el burro.
Llegaron justo cuando anochecía y buscaron un lugar para dormir: el
gato se durmió cerca del fogón, el cotorro arriba de la puerta, el gallo arriba
del árbol y el burro afuera de la casa.
Por esos lugares andaban dos bandidos que también querían pasar la
noche ahí y uno de ellos le dijo al otro.
-Adelántate
para que enciendas el fogón.
-Muy
bien dijo el otro.
Como la puerta estaba abierta, éste se metió y cuando intentaba soplar
algunas brazas el gato despertó y arañó la cara del ladrón, que asustado salió
corriendo, al pasar por la puerta el cotorro le jaló los cabellos y cuando ya
se retiraba el burro dio dos patadas que le hicieron caer y entonces el gallo
cantabas de gusto “kikiriki”.
Cuando el ladrón llegó con su compañero, éste se sorprendió.
-¿Por
qué vienes corriendo y asustado? Preguntó.
-Allá
adentro hay como 20 hombres me
golpearon y me arrastraron y afuera de la casa había como otros 10, que
también me golpearon y uno de ellos me quería seguir golpeando porque decía: “Tráiganmelo
por aquí” y como pude logré escapar.
Asustados los bandidos dijeron: ¾No
volveremos a robar, mejor nos ponemos a trabajar decentemente.
Modesto Mora Pérez
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